La delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, no podrá realizar la visita a Venezuela como estaba prevista del 3 a 8 de febrero, ya que según el canciller Jorge Arreaza, Venezuela no pertenece a la Organización de Estados Americanos, OEA, por lo tanto no está autorizada.
El gobierno Maduro, debe dejar entrar a revisar la forma como se están desarrollando los derechos humanos en ese país, lo que está en juego son las vidas de todos los habitantes, lo de la pertenencia a la OEA en este caso es irrelevante ya que estar en esa organización no sirve para nada, y eso está en gracia de discusión que por ahora no se va a tratar, lo principal es rescatar las libertades que debe tener toda persona para expresarse libremente y eso es lo que no se puede hacer contra los gobiernos ya que estos toman represalias para callar esas voces.
Los derechos de las personas tiene que ser una prioridad para todos los gobiernos, al margen de todo sin importar que si pertenece o no a la OEA Maduro no se debe oponer a esta visita para que demuestre que no es cierto lo que se dice que es violador de todos los derechos de los hombres.