El Tribunal de Apelación de Milán ratificó la condena inicial emitida en 2017, contra Robson de Souza, más conocido como Robinho, de nueve años de prisión por la violación a una joven albanesa de 20 años en el 2013, cuando el deportista militaba en el AC Milan.
Con la condena en segunda instancia, el tribunal puede solicitar su detención, pero el inconveniente es que el jugador vive en Brasil y este país no extradita a sus ciudadanos, lo que tiene que hacer el Poder Judicial italiano es emitir una orden de arresto contra el jugador para cuando viaje a cualquier país europeo pueda ser privado de la libertad y llevarlo a Italia para que cumpla con su condena.
Este sujeto tiene que pagar su condena, no se pude salir con la suya, la justicia brasileña debería colaborar y arrestarlo para ser enviado a que responda por sus actos, como se sabe este no el primer caso que tiene el jugador cuando residía en Inglaterra también fue acusado de un acto de violación.
Ante estos casos los países si deberían brindar toda la colaboración para que estos delitos no queden impunes, hay que castigarlos para sentar precedente de que no se pueden burlar de la justicia y mucho menos ir por el mundo cometiendo toda clase de vejámenes y que se salgan con la suya.
Este personaje cree que porque está en su país no va a pagar todas las canalladas que ha hecho, puede que en un día la justicia seda en los que se está pidiendo y que sea llevado a cumplir su condena, mientras esto ocurre el mundo esperará con paciencia para verlo tras la rejas.