La gente de bien piensan que con su pintura gris puede ocultar la verdad, les molesta el arte en las paredes, pero son felices con el genocidio del gobierno, estos vándalos con plata, que es lo único que tiene porque hasta la dignidad, la vergüenza y la honradez ya las perdieron siguen atacando a la protesta, amparados por zánganos políticos que salen envalentonados a acabar con las expresiones del pueblo.
vestidos de blanco para esconder la suciedad y la hediondez de sus actos llegan a borrar los murales que pintaron los artistas que saben cómo expresar sus sentimientos de manera digna y gallarda, no solapados como viles criminales que tiran la piedra y esconden la mano, piensan que borrando los murales borran el pensamiento y la indignación del pueblo, lo cierto es que el pueblo si se encargará de borrarlos de la historia.
Que sepan estos individuos que la memoria no se borra y todo lo que están haciendo al sentirse protegidos por los uniformados del gobierno no quiere decir que esto va a durar para siempre, y lo saben, por ello es el miedo a los movimientos juveniles que se levantan para quitarles el poder que hasta ahora han ostentado, así borren todo no van a callar la voz del pueblo.
Tanto la gente de bien como los uniformados se están ganando el repudio, ahora les va a costar que del pueblo, confíe en estos seres que solo siembran odio, resentimiento y una impotencia por cobrar venganza, estos pequeños corazones ya muestran el descontento que se reprime dentro de sus entrañas, la semilla del sentido de lucha ya está sembrado en los corazones de las futuras generaciones, se ven en las redes sociales como niños ya están saliendo en favor de los valientes «vándalos» y con un terror contra los uniformados, como si vieran al mismo diablo, esto fue lo que despertó la administración Duque con sus arrogancias y su egocentrismo de no querer escuchar la voz del pueblo que como se dice la voz del pueblo es la voz de Dios.
Ahora ya es demasiado tarde porque estos muchachos a pesar de las fuertes represiones están allí parados en pie de lucha, jóvenes con las bolas bien puestas que muestran cómo es posible acabar con el miedo y el temor y dar cátedra de pundonor y valentía.
Luchando de manera honesta y gallarda, respetando los protocolos de la guerra aun sin estar en ella, estos muestran el amor por la vida, buscando los objetivos para salir adelante para crear mejores condiciones de vida, donde las personas tengan un lugar digno donde vivir y sus necesidades básicas estén satisfechas, eso es lo que buscan esta manada de vándalos, solo eso mejores oportunidades de vida para sus gentes, ese es el gran pecado que estos guerreros han cometido para estas sanguijuelas políticas que cada día chupan y desangran el erario público, tratan de callar sus voces y sus heroicas actuaciones, bien muchachos la lucha sigue y no se para hasta ver caer toda la corrupción existente en el país.
