En lo que lleva de corrido el torneo 2022 han sido licenciados cinco técnicos por malos resultados, entre ellos están:
Juan David Niño, técnico de Patriotas, estuvo al frente del equipo en 23 partidos, logró cuatro victorias, cinco empates y 14 derrotas, consiguió 18 goles, le marcaron 29 goles y se fue con un rendimiento del 24%, en su lugar asumió Arturo Boyacá.
El argentino Néstor Craviotto, del Bucaramanga, dirigió 21 partidos, consiguió cinco victorias, siete empates y nueve derrotas, marcó 19 goles, y le convirtieron 29 tantos y logro un rendimiento del 35%.
Alejandro Restrepo, del cuadro Atlético Nacional, dirigió 44 partidos, consiguió, 23 victorias, nueve derrotas, 12 empates y para un rendimiento del 61,36%. Lo reemplazó Hernán Darío Herrera.
Juan Carlos Osorio, de América, dirigió 49 partidos, consiguió 15 victorias, 11 empates, y 23 derrotas, con un 38 % de rendimiento. Lo sucedió Alexandre Guimaraes.
Estos son los estrategas que no han dado un rendimiento positivo para sus equipos, los malos resultados hicieron que dieran un paso al costado o en su defecto los directivos los licenciaran por no dar con la talla que buscaban para sus equipos.
Muchos técnicos llegan y le ponen ganas, pero se encuentran con un cerro de jugadores que están llenos de mañas y de toda clase de vicios para no trabajar y sacar el equipo adelante, y es allí donde se forman las barreras y murallas para no buscar lo que se han propuesto. Otros, por el contrario, llegan con sus estilos de juego anquilosados y obsoletos que no motivan a sus pupilos para que se integren a alcanzar sus pretensiones.
Lo cierto de todo es que en el país futbolero los técnicos son los mismos con las mismas, todos están en un círculo vicioso donde los fracasados tienen puesto en otro equipo y así se van trotando y es por ello que el futbol colombiano no prospera y sigue en la misma mediocridad de siempre.