La situación en Nicaragua cada vez se agudiza más, el dictador Ortega sigue haciendo de las suyas sin importar a quien se lleve por delante, este que se decía ser el mesías salvador, el enviado para sacar del yugo de los dirigentes politiqueros al pueblo, resultó peor la cura que la enfermedad.
Este villano está haciendo lo que le da la gana con sus gentes, al que no se le somete y se le arrodilla, lo considera un enemigo del país, las cárceles están llenas de presos políticos que los mantienen en condiciones infrahumanas, peor que a un animal, este malandrín no se llena con nada y sé perpetua en el poder sin quien le haga frente.
La famosa comunidad internacional, la ONU, La OEA, simples organismos fachadas para acolitar las violaciones de los derechos humanos, se esconden bajo la premisa de la diplomacia y por ello no hacen nada y permiten que los gobernantes hagan lo que les da la gana con el pueblo.
Como se ha pedido estos organismos tienen que hacer a un lado el sofisma de la diplomacia y entrar a sacar como sea a estos dictadores que le están haciendo un mal a sus gentes, tienen que dejar el miedo y entrar a aniquilar a estos bellacos de lo contrario se van a perpetuar en el poder y no habrá poder humano o divino que los saque, ya es hora de que actúen y dejen de estar apoltronados viendo los toros desde la barrera, actúen al menos hagan algo que justifique todo el dinero que ganan y los viáticos que reciben por andar dándose vitrina por el mundo, en sus bacanales y juergas, comiendo y bebiendo a sus anchas mientras el mundo se cae a pedazos, dejen del holgazanear.
Manada de zánganos les llegó la hora de ponerse pilas, despertar de invernadero y comenzar a dar resultados, y que pasa con el país del norte que no se inmuta y ayuda a los países que le piden ayuda, Biden, cuál es el miedo porque este país se ha vuelto timorato. Porque ha perdido la fuerza que tenían antes que sus mandatarios y eran de cartas tomar y sacaban a todos los que estaban subyugando al pueblo sin ponerse a pensar que el mundo estuviera en contra, el mundo extraña ese tipo de actuaciones que les pasa que sean relegado a un temor que nadie entiende.
Se espera que los organismos internacionales dejen el miedo y aten, de lo contrario cierren esos circos, para que el mundo cree otros que en realidad si se preocupen por ayudar a todos, no hay derecho que un puñado de cobardes tenga atemorizado al mundo entero, eso sí es falta de tener fuerza en las piernas.