Este 2 de julio de 2024 se cumplen 30 años del asesinato de Andrés Escobar Saldarriaga, defensa central del seleccionado colombiano, muchos lo recuerdan como un caballero dentro y fuera de las canchas, en una entrevista concedida a la Revista Semana Alexis García uno de sus amigos y compañero manifestó, Hay personas que trascienden el personaje y Andrés fue un gran personaje, pero fue una mejor persona. Tuve la fortuna de ser su amigo, compartí infinidad de cosas con él que la gente ni se imagina. Era un ser humano lleno de alegría, una persona vitamina para todos, que te alegraba la vida y con su sola presencia iluminaba el lugar donde estuvieras. Siempre te sacaba una sonrisa, la gente se lo imaginaba muy serio.
Ese apodo llegó de los medios, sobre todo porque Andrés en la cancha era un tipo leal y ni se diga fuera de ella. Jugaba con valentía todos sus balones, iba fuerte, pero siempre leal con el rival. Aceptaba cuando perdía, hizo siempre las cosas correctamente. Andrés Escobar era un zurdo que jugaba derechos, sus valores y su vida y por eso fue llamado el caballero del fútbol.
Una muy triste, como una premonición. Una vez que jugamos un partido en Asunción e hicimos escala en La Paz, Bolivia, a él le daba soroche la altura. Nos dieron autorización de tomarnos una cerveza, compartimos toda la noche, nos reímos. Nos acababa de eliminar Olimpia a penales y necesitábamos un rato de alegría. Andrés estaba pálido y se acostó en el aeropuerto. Nosotros le pusimos cuatro velas y empezamos a molestar. Fue una anécdota premonitoria y muy triste para nosotros. Vivimos ese momento con mucha risa, pero cuando lo recordamos después, con mucha tristeza.
Fue a poquitas horas de que ocurriera. La familia de Andrés no estaba en Colombia, estaba en Estados Unidos. Me llamó René Higuita, ‘el loco’, como a las 4:00 de la mañana, y me levanté como un resorte y me dijo, mataron a Andrés, y yo le preguntaba: ¿cuál Andrés? Me pidió pasar por mi casa, para ir al anfiteatro a reconocerlo. El loco llegó en 10 minutos a mi casa, salimos y me fue contando en el carro y el llanto y la tristeza no nos dejaban ni llegar a tiempo. Llegamos al anfiteatro y estaba repleto de personas afuera, de gente expresando. Fue un momento muy duro y nos tocó verlo ahí donde estaba.
Esa noche, cuando él salía a donde salió a buscar un rato de esparcimiento, me llamó a invitarme y yo le dije que él sabía que no era muy amigo de ir a sitios públicos y le dije: no debes ir hombre, no es el momento. Me dijo, no capi, necesito dispersarme y olvidar todo lo que pasó en Estado Unidos, por eso me vine rápido, y se fue allá hasta que conocimos la noticia.
Una vez venía en el avión y algunas personas decían qué lindo autogol y él les respondía: ¿cierto que estuvo chévere? O sea, lo tomó como un acto de simpatía. Él no iba a buscar pleito a nadie o responder una agresión. Por eso nos duele lo que le pasó, no era justo, no es merecido, no es algo que recordemos sin ponernos tristes por no haber estado ahí ayudándole.
Van 30 años y cada vez nos sentimos peor recordando eso. Aunque todos intentamos recordar lo mejor, su alegría y es lo que más se nos queda. Esa es la vida y ese es nuestro país y da tristeza que pasen cosas de estas no solo con Andrés, sino con cualquier ser humano. Nos tocaron la fibra para decirnos que a cualquiera le puede pasar.
Hace 30 años un pinche autogol le costó la vida a un jugador, que por cosas del destino anoto en su propio arco, el autogol de la muerte y todo por la pérdida del vil metal, el tiempo pasa y solo los recuerdos quedan, en memoria de quienes compitieron momentos buenos o malos, lo cierto de todo esto es que la violencia en el país nada que da tregua cada día esto se pone peor, y no es por alarmar, pero si los dirigentes deportivos, los intocables no le paran bolas a lo que pasa dentro y fuera del fútbol esto se le va a convertir en una cosa difícil de erradicar.
Para nadie es un secreto que muchos de los que hacen parte del fútbol están permeados por apostadores, lo inverosímil es que los gurús no hagan nada y se esconden como el avestruz, le toca al gobierno del cambio en cabeza de su bella durmiente mindeportes tomar cartas en el asunto e investigar las casas de apuestas, que a estas nadie les ha puesto el ojo, por el contrario, están como los directivos por encima del bien y del mal que nadie se atreve a tocarlos, mucho menos mencionarlos e investigarlos, cuál será el poder que tienen estos que hasta el mismo gobierno les teme y sale como perro regañado con el rabo entre las patas, a echarse a sus pies de sus amos.
<hr>