Boris Becker, ex tenista alemán de 54 años y ganador de seis torneos de Grand Slam, con una carrera profesional duró entre 1984 y 1999, la justicia británica lo condenó a dos años y medio de prisión por haber mentido que se encobraba en bancarrota personal, el ex tenista fue declarado culpable de haber ocultado 2,5 millones de libras esterlinas, unos 3 millones de euros al tipo de cambio actual o unos 3,16 millones de dólares para no pagar sus deudas, este tendrá que pagar al menos la mitad de la pena de prisión para después poder salir bajo libertad condicional.
Charlie Taylor, inspector jefe de prisiones, manifestó, la cárcel donde está no es el mejor sitio para él. Los reclusos pasan más de 22 horas al día en celdas en ruinas y solo tiene seis duchas para 86 celdas.
El consumo de drogas y los problemas de salud mental son muy elevados: un grupo de reclusos fueron descritos caminando parpadeando a la luz del sol, después de más de una semana en reclusión. El personal penitenciario usó la fuerza 1.295 veces en el período del informe, casi cuatro veces al día.
Según el Daily Mail manifiesta, fuentes de la prisión dicen que es probable que la estrella del tenis pase hasta quince días en una prisión de Categoría B antes de ser trasladado a una prisión de Categoría C de menor seguridad. Después de ser sentenciado al Tribunal de la Corona de Southwark poco antes de las 4 p.m., Becker, con sus efectos personales en una bolsa Puma, fue llevado en una furgoneta de la prisión para el viaje de 45 minutos por el sur de Londres hasta la prisión, a menos de dos millas de la cancha central de Wimbledon, donde Becker ganó el primero de los tres títulos de Wimbledon en 1985 a la edad de 17 años.
Esto si se llama justicia, no importa de quien se trate, la ley es la ley y hay que aplicarla, que bueno que los jueces de estos lados se tocaran las pelotas y legislaran como debe ser en derecho y comenzar a sentenciar a todas las ratas que han gobernado el país, obligarlos a que devuelvan todo lo hurtado y en el peor de los casos expropiarles todos sus bienes y erradicarlos del país a ellos y toda su prole, no dejar ni la sombra de estos malandrines.