En reunión de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, Vanessa Córdoba y Manuela Acosta, que representan de 457 futbolistas, se acordó que abrá liga en el primer semestre y terminará en agosto, otro torneo relámpago, fugaz, y solo por cumplir.
Nada nuevo se ha dicho eso estaba definido desde el 2019, les toca a los intocables de la Dimayor ponerse las pilas para cumplir con los reglamentos de la Conmebol, la cual exije que los equipos que participan en torneos internacionales es obligación tener equipo de fútbol femenino, por fuerza les toca obedecer, lo otro es que estos señores alegan en no tener recursos, se quejan de la falta de patrocinio de la empresa privada, pero las empresas están dispuestas a hacerlo siempre y cuando haya vigilancia, control y auditorias para saber que se haga buen manejo de los recursos.
Ha pesar del aporte de Mindeportes de 1.400 millones para la liga estos individuos se muestran reacios a recibirlos por la razón anterior, como son recursos públicos tiene que existir control de la Procuraduría y eso es lo que no quieren los directivos que se enteren de los claros, pulcros y diáfanos manejos que se hacen de los dineros.
Surge la pregunta, será que el gobierno no puede intervenir a estos entes, están vetados para hacerlo o el fútbol es cosa aparte y el gobierno no tiene porque entrometerse en sus manejos, o acaso estos están blindados y la ley no puede hacer nada?
Vamos a ver como o que dice el señor Lucena que al parecer no tiene el suficiente carácter para hacer respetar las leyes y poner el estate quieto a los amos del fútbol.
