Harold Perilla, el fútbol está lleno de corruptos

Los jueces y el VAR en el fútbol colombiano siguen dando de qué hablar, los contantes errores los tiene en el ojo del huracán, a pesar de que el todopoderoso Ramón Jesurún presidente de la Federación saliera a defenderlos estos no convencen y la duda está latente en el pueblo al ver que los árbitros son los que ponen el picante a los encuentros.

Harold Perilla ex árbitro quien denunció en el 2019 a Ímer Machado y Óscar Julián Ruiz por acoso sexual, el ex juez manifestó, Infortunadamente el arbitraje profesional no existe en Colombia, solamente se nombra el árbitro profesional, pero simplemente es un título que en la realidad no se ejerce. Acá los árbitros ganan por partido dirigido. Si a ti no te programan, si a ti no te dan un partido, pues simplemente no ganas. Los árbitros tienen un contrato verbal sin garantías. Normalmente, tienen que dedicarse a otras cosas porque deben mantener a su familia.

Los árbitros no tienen un muy buen salario, no tienen muy buenas condiciones, no tienen las garantías para entrenar, para estudiar y eso se ve reflejado en el terreno de juego. Ese es uno de los puntos de la problemática.

Hoy en día se puede apostar la primera amarilla, el primer tiro de esquina, el primer gol. Es muy fácil manipular un árbitro porque, aparte, no tiene sueldo. Ganan dos millones por partido, y llegan y les ofrecen otros millones por un partido, es más fácil de manipular. Una persona que tiene deudas, puede llegar a caer.

Si los árbitros fueran profesionales, tuvieran un sueldo fijo y una economía tranquila, no se tuvieran que preocupar por el dinero, se dedicarían solo a entrenar, a estudiar y a rendir. El fútbol profesional colombiano está permeado de corrupción, ese es el principal motivo del nivel arbitral en este momento. Los dirigentes que están hoy en el fútbol profesional son corruptos. Los árbitros que llegan al fútbol profesional, no digo todos, pero hay un porcentaje alto, no llegan por su nivel, no llegan por su capacidad, muchos han pagado. Tengo pruebas, tengo audios de personas que pagan un dinero para que los suban de la C a la B o de la B a la A, y cuando tú pagas un dinero, tú no miras condiciones, miras que te paguen.

Hay árbitros que pagaban por partido, tengo pruebas de eso. Le decían a Otálvaro Polanco: ‘profe, yo me gano dos millones por partido pitado, le doy una coima de 300 mil si me programa’. No solamente son dádivas monetarias, otros dieron dádivas sexuales para llegar a las altas esferas del fútbol profesional. Cuando usted ve que Óscar Julián Ruiz es el que maneja el fútbol profesional, que el comisionado técnico es Ímer Machado, quien desde que era árbitro lo nombraban de corrupto por su mal nivel, encontramos corrupción, encontramos acoso sexual.

Existe una cantidad de árbitros que están implicados en tráfico de influencias. Ímer Machado está involucrado también por omisión en la presunta compra de un partido, porque acá también estamos hablando de las apuestas deportivas, de los árbitros que cuadran partidos, ya hay indagaciones en la Fiscalía por arreglos de árbitros. A esos árbitros los tiene que designar alguien, en este caso es Machado.

Tantos errores y horrores arbitrales no iban a ser gratis, el gobierno del progresista está en la obligación de intervenir el fútbol, no puede hacer lo que hace el avestruz, que esconde la cabeza y no le importa que le destrocen el rabo, de esa forma no es famosísimo gobernante, cuál es el miedo que tienes, que es lo que te asusta, así es el terror que te provoca la dirigencia deportiva que no hacen absolutamente nada, no importa que la FIFA o cualquier ente corrupto amenace con sacarlos de toda competencia, pero tienes que sentar un precedente, las cosas es diciendo y haciendo, no estar con tanta labia.  Ya es era de que te toques presidente, sin miedo…