Hernán Darío Gómez, es el nuevo técnico del Independiente Medellín, que estará por dos años dirigiendo al cuadro rojo, Humberto Sierra y Edgar Carvajal serán sus asistentes, otro ciclo que empieza el equipo del pueblo, que no ha podido conseguir un estratega que le devuelva la confianza a sus seguidores.
Los directivos tienen que conseguir personas que marquen diferencia, no pueden traer personas que se han quedado estancadas y parece ser que el tiempo para estos no ha pasado y siguen con los mismos esquemas obsoletos, faltos de innovaciones y visión deportiva.
No se entiende porque se toman estas decisiones, es verdad que están habidos para tener alguien que comience a trabajar para poner a tono el equipo, pero no deben tomar decisiones apresuradas, en este país se premia a las personas que fracasan en diferentes partes donde llegan los sacan por malos, por no conseguir buenos resultados con los equipos que ponen a su disposición para sacarlos adelante, es más los dejan en peores condiciones en los que se los entregaron, con el agravante que tiene que indemnizarlos, porque estos cara dura se aferran a sus puestos y no hay poder humano y divino a que renuncien y den paso a una persona idónea que saque el equipo del mal momento, estos no salen sino con los bolsillos llenos de dinero porque para eso si la tienen gruesa.
Ojalá, que esta vez sí haga algo y no salga con las mismas de siempre, con la verborrea que siempre se ha caracterizado para envolver a los seguidores por los malos resultados, el poderoso se merece una persona que tenga sentido de pertenencia y sienta la camiseta.