La lista de técnicos descabezados en el fútbol colombiano sigue aumentando, a estos les están dando el ácido, ha sido un placer tenerlos, pero piquito y para fuera, por los malos resultados que han mostrado en sus respectivos trabajos, entre estos están, Amaranto Perea de Junior, Alfredo Arias de Cali, Harold Rivera de Santa Fe, Hernán Gómez de Medellín, Dayron Pérez de Huila, Giovanni Ruíz de Pasto, Jorge Luis Bernal de Patriotas, Eduardo Lara de Once Caldas y Óscar Úpegui de Bucaramanga.
Y esto es de esperar porque esto de los técnicos se ha convertido en un círculo vicioso donde el que es despedido aquí es llamado allá, para tapar los huecos y por cumplir, a los directivos poco les importa el perfil del estratega, lo importante para ellos es tener un payaso que se mueva al son que ellos le toquen.
Este es el fiel reflejo de lo que pasa en el país, la politiquería que se rotan de puestos, igual es con estos técnicos los malos de aquí son los buenos de allá, y es una cosa de nunca acabar, por ello el futbol no evoluciona, no innova.
Estos estrategas llegan a los equipos con sus mañas, enseñándoles la doble moral a todos lo que hacen parte del equipo, se ha visto en niños recoge bolas que los técnicos les enseñan a quemar tiempo, a ser marrulleros, a ser bandidos, a infringir las normas del juego limpio por el simple hecho de ganar tiempo y lograr el resultado, eso es lo que estos inútiles les están sembrando a las futuras generaciones de jugadores, y los dirigentes se dan cuenta de todo lo que sucede y se callan como si nada, avalan que estos bellacos lleguen a inculcar anti valores, por todo esto es que cuando crecen son personas que no les importa pasar por encima de la ley porque en su niñez hubo personajes como estos que les enseñaron estas mañas, los directivos tienen que mirar y acabar con todos estos personajes que llegan a imponer sus estilos de juego.