Termino la era de Juan Carlos Osorio como técnico de América, las diferencias entre el estratega y el mayor accionista Tulio Gómez habían colocado una muralla que no les permitía hablar de manera civilizada, esto acompañado de los malos resultados fueron los detonantes para que surgieran los problemas y el distanciamiento entre las partes.
Tras varias reuniones lograron ponerse de acuerdo y el técnico decidió dar un paso al costado, deja a América con 15 puntos en el puesto 15, con esto se da por terminado el ciclo de Osorio con el cuadro escarlata, este se va con los bolsillos llenos, esa es la estrategia que tienen los técnicos de mantenerse al frente contra viento y marea para sacar buen partido y que los indemnicen para salir con un billete largo.
Quedará como técnico interino Pompilio Páez, suena como posibles reemplazos Harold Rivera y el uruguayo Paolo Montero.
Esto se sabía que iba a pasar, una relación que estaba rota hace mucho tiempo y se mantenían mirándose mal y creando mal ambiente dentro del plantel, ahora le corresponde al máximo accionista buscar una persona que se ponga al frente de la mecha y que lo saque del mal momento.
Por su parte Osorio es nominado por Álvaro González Alzate para que forme parte del abanico de posibles directores técnicos de la selección colombiana, uno de los intocables de la Federación está colocando en la palestra a personas que no tienen estilos de juegos definidos y que son simples payasos tratando de hacer piruetas con su nuevo juguete, que no les suceda lo que pasó con el famoso Reinaldo Rueda, que su paso por la selección fue un rotundo fracaso y ahora los dueños del Cuadro verde de Antioquia le ruegan para que se haga cargo del equipo, que falta de amor propio tienen estos magnates del billete, eso debe de ser que tienen a un miope, un topo buscando dentro de la tierra su mejor alimento y creen que han cogido el cielo con sus manos al volver a llevar a este fracasado, que ilusos, se dice que nunca segundas partes fueron buenas, que no se vaya a estrellar con estas decisiones.
En fin, el que tiene plata hace lo que quiera con ella, pero que no se vayan a equivocar, tanto al escoger al técnico de la selección colombiana como el del cuadro antioqueño.