Los malos resultados es el culpable de la salida de técnicos de los equipos de fútbol colombiano, entre los que han salido se encuentran, Arturo Reyes de Junior, Harold Rivera de Santa Fe, Hernán Torres de Deportes Tolima, David González de Medellín, Lucas González de Águilas, Paulo Autuori, de Atlético Nacional, Alberto Suárez de Envigado, Mario García de Boyacá Chicó, Hernán Darío Gómez de Junior, Néstor Craviotto de Atlético Huila, Diego Corredor del Once Caldas, Raúl Armando de Atlético Bucaramanga, Jorge Luis pinto de Deportivo Cali, a esto se le suman Pompilio Páez de Jaguares de Córdoba.
Pompilio Páez manifestó, La verdad, yo no quiero seguir. A mí me gusta ganar, entiendo el esfuerzo que hace Jaguares, su junta directiva.
Me considero entrenador, más que todo, quería aportarle al fútbol colombiano, en este caso a Jaguares, a jugadores jóvenes. Jaguares tiene un equipo con mucho jugador experimentado, puede hacer un gran proyecto.
Cuando las cosas no se dan se tiene que pensar bien y tomar decisiones que ayuden a salir adelante el equipo y una de ellas es dar un paso al costado y dejar que otra persona llegue a sacar el barco a flote, los malos resultados son la carta de despido de la gran mayoría de estrategas.
Muchos han salido y no se le da nada irse porque ellos saben que tienen un gran mercado, sus fracasos son apreciados por los directivos que les importa un pepino, llevar a dirigir sus equipos, personas que en nada van a ayudarles por el contrario llegan a hundirlos más.
Por todo esto es que el fútbol colombiano es un fútbol soso, aburridor, perverso, sin innovación, los técnicos se rotan de equipo en equipo, están anclados, anquilosados en el pasado, con sistemas de juego atrasados, que no incentivan a los jugadores a ser partícipes del juego, eso, por un lado, y por el otro la falta de profesionalismo de los jugadores porque estos se han resignado, se han conformado con conseguir un contrato que les dé como vivir y no se preocupan por salir adelante.
La idiosincrasia del jugador latino, a excepción de dos o tres países, es de haraganear, ganar las cosas fáciles sin esfuerzos, esa es la mentalidad que tienen, por ello cuando llegan a Europa y les toca trabajar vienen las lesiones, la falta de compromiso y la gran mayoría fracasan o si se quedan se convierten en los eternos suplentes, y a pesar de pasar por estos momentos vergonzantes a estos no les importa eso, lo que realmente les importa es que les paguen lo estipulado en el contrato.