Tras derrotar 1–0 a envigado en el estadio Murillo Toro, Deportes Tolima se clasificó para disputar la final frente a Atlético Nacional, el partido de ida será este miércoles 22 de junio en el estadio Atanasio Girardot y el de vuelta se jugará el domingo 26 en el Murillo Toro, Tolima pidió a la Dimayor adelantar el partido para el sábado 25 de junio porque este tiene que jugar contra Flamengo por Copa Libertadores el miércoles 29 de junio.
Para la final se disputarán 180 minutos en dos partidos, si hay empate de los dos equipos se irán a definiciones desde el punto penalti, no hay alargue, tampoco se tiene en cuanta la reclasificación, no hay ventajas de nada, los dos equipos salen en igualdad de condiciones.
Los dos equipos hicieron los que tenían que hacer, ahora les toca romperse en los dos partidos si quieren conquistar el título, un duelo parejo, y menos mal que paso el cuadro pijao, vamos a ser suspicaces, porque en el otro grupo se encontraban su rival de patio, equipo ganable, el cuadro bogotano que no dio pie con bola para poder llegar a la final y no tuvo chance del estratega disputarla frente al equipo de sus amores y, por otro lado, el cuadro envigadeño que no es otra cosa que la cantera del verde.
El equipo pijao ganó e hizo lo justo, pero lo raro es que La Equidad perdió 5 goles a 1, lo que necesitaba el cuadro rojo para pasar siempre y cuando el Envigado les hubiera hecho el favor al menos empatar, pero las cosas no se les dieron y quedaron con los crespos hechos.
Ahora con el Tolima la cosa es a otro precio, tienen que sudarla y lucharla si quieren la estrella, hay que esperar que haya juego limpio de todos los que componen el fútbol, la designación de árbitros tiene que ser clara y limpia, los jueces que no se tuerzan y que sean honestos, los integrantes del VAR igualmente y los demás, dueños, directivos, técnicos y jugadores que hagan lo que saben hacer y no salir con marrullerías a sacar partido y los técnicos que no manipulen los recoge bolas que no les enseñen a delinquir, a ser deshonestos, a estos chicos se les debe sembrar valores que les ayuden a ser personas en la sociedad y no darles alas para ser unos futuros corruptos o delincuentes, aunque suene duro, pero es la cruda verdad, porque estas malas acciones llegan a practicarlas en sus hogares.