La crisis por la que está pasando América de Cali se acrecienta más, en el partido contra Nacional los hinchas iracundos invadieron el terreno de juego para hacer justicia por sus manos contra el técnico y los jugadores del cuadro escarlata.
El estratega Juan Osorio ha dirigido 23 partidos, de Copa Suramericana, Copa BetPlay, Superliga y Liga BetPlay, ha logrado ganar 5 encuentros, 7 empates y 11 derrotas, ha conseguido 22 puntos de 69 disputados, con un rendimiento del 31.8 % en lo que lleva dirigiendo a la mechita.
En la reunión que sostuvieron el estratega y sus dueños no se ha llegado a ningún acuerdo porque América no tiene el dinero disponible para pagar la cláusula del contrato que pactaron a 24 meses y de este solo se han cumplido 4, y porque el técnico no quiere dar su brazo a torcer y perder la millonaria indemnización.
Por su parte Tulio Gómez dueño del equipo y Mauricio Romero, presidente ejecutivo, tampoco es que vean con buenos ojos la salida del estratega y argumentan que algo parecido sucedió cuando dirigieron a la mecha Alexandre Guimaraes y Juan Cruz Real, que al comienzo no dieron resultado, pero se les sostuvo y al final terminaron siendo campeones.
Mal de muchos consuelo de tontos, no se sabe si los hinchas tienen que sentarse a esperar o ponerse a llorar por las declaraciones de estas bellezas, los equipos grandes no están hechos para procesos porque de estos se espera que den resultados para eso se traen jugadores y técnicos que saquen el equipo adelante y que lo lleven a ocupar los primeros lugares, no se contrata una persona para que ahonde la situación, ninguna empresa trabaja con ánimo de perdida, todos trabajan para lograr los objetivos y conseguir una estabilidad y competitividad económica, si esta no fuera la razón de ser de toda organización es mejor no enrolarse en este tipo de proyectos.
Además, los técnicos en el país no tienen ese don de innovación, de ser creativos, de cambiar los viejos sistemas de juego, no se han preocupado por crear personas antes que jugadores, les inculcan esas mañas de quemar tiempo, de salir a robar al adversario, de sacar partido, de lograr el resultado como sea, a cualquier precio, estos estrategas les han enseñado a los jugadores toda la suciedad para conseguir lo que se proponen.
El fútbol va a cambiar cuando haya una política de deporte donde se eduque al niño en las escuelas de fútbol, que se les inculquen valores éticos y morales, donde se les muestre que es mejor competir que ganar, y al ganar hay que hacerlo limpia y honestamente, dejar que los niños expresen su talento y no conducirlos por los caminos mezquinos de estos entrenadores que siempre tratan de sembrar en estos pequeños cosas malas para lograr lo que quieren.
Los culpables del deterioro del fútbol y de la mala calidad son precisamente estos técnicos que no hacen sino ir dejando la semilla de sus malas actuaciones y sus malos consejos a todo equipo que llegan, van dejando el legado de corrupción y deshonestidad que perduran por siempre en los que les llega el mensaje.