Barcelona pasa por momentos difíciles tanto financieros como deportivos, pero lo que más les interesa a sus seguidores en la cancha que parece no encontrase, en la Champions va de mal, en la liga no es que este muy mal que se diga, pero sus simpatizantes están como perro con gusanos por el estilo de juego del estratega, al parecer los directivos están mirando el abanico de posibles sucesores de Ronald Koeman, según medios locales se dice que el juego contra Atlético de Madrid, puede ser el último que dirige el holandés.
Entre los posibles que candidatos están Roberto Martínez, Xavi Hernández, Marcelo Gallardo, Andrea Pirlo y Juan Manuel Lillo, asistente de José Guardiola en el Manchester City.
Cuando las cosas no se dan se tiene que dar un paso al costado y dejar que otras personas a tratar de sacar las cosas adelante, los equipos grandes no están para procesos y siempre quieren resultados a corto tiempo, lo que sorprende es que los cuadros europeos son de llevar estrategas para largos periodos de tiempo.
El cuadro catalán puede dar una gran sorpresa al licenciar al holandés e inclinarse por uno que está trabajando y que puede haber sido recomendado por su ex técnico, hay que esperar que decisión toman los encargados del club.
Muchas veces las personas que llegan a ordenar lo que otro dejó malo, siempre lo hacen con una nueva forma de trabajo y es allí donde resultan los choques porque estos jugadores ya están acostumbrados a un estilo de juego y si llegan a apretarles las riendas y ponerlos en sí a trabajar estos angelitos se recienten y forman los sindicatos, se le paran al técnico y de esa decisión no los saca nadie, a no ser que despidan al técnico porque es más fácil sacar a uno que a once peludos que creen los grandes y los indispensables para que el equipo marche.
Es allí donde los directivos tienen que entrar a funcionar y respaldar al técnico para que saque a todos estos haraganes que con sus mañas y doble moral hacen lo que les da la gana por eso estos desde adentro tienen que investigar cuáles son las vacas sagradas y sacarlas del equipo, con mucho dolor, pero es mejor perder una figura que perder todo el trabajo que están haciendo los que si quieren dar todo para que el club salga adelante.