El clásico argentino entre Boca Juniors y River Plate, disputado en la Bombonera terminó igualado a dos tantos, los goles del cuadro boquense los marcaron, Ramón Ábila y Sebastián Villa, por el cuadro millonario lo hicieron Federico Girotti y Rafael Santos Borré, salieron expulsados los jugadores Jorman Campuzano por el Boca y Enzo Pérez del River.
El cuadro millonario tenía asegurado el triunfo y un descuido hizo que los locales les igualara en el marcador, Santos Borré, manifestó, Un poco de rabia, de bronca, porque teníamos el partido en nuestras manos. Al comienzo no tuvimos la fluidez, pero encontramos el primer gol y con movilidad logramos el segundo, luego nos desajustamos y nos empataron.
Por su parte el responsable de empate boquense Sebastián Villa declaró, hicimos las cosas bien, ellos nos hacen dos goles rápido y nos desconcentramos, pero al final pudimos empatar, yo me preparo para hacer las cosas bien, le dedico el gol a mi familia en Bello.
Un partido lleno de emociones donde los dos equipos no querían dar su brazo a torcer y por todos los medios querían quedarse con el triunfo, esos son los clásicos, que no importa el momento por el cual se esté pasando, clásico es clásico y es a otro precio, los equipos pueden llegar diezmados, pero a la hora de medirse a su rival de patio la cosa es diferente, no quieren dar ventajas mucho menos perder.
Eso es lo bonito del fútbol que te da toda clase de emociones, alegrías tristezas, risas, llantos y toda esa amalgama de sentimientos que los seguidores expresan a la hora de enfrentarse a su enemigo de juego.
Es solo un juego y no se puede salir de eso, el fútbol es para divertirse y no para estar creando el estadio en una concentración de guerra, lo maravilloso del fútbol es que te ofrece revanchas en las cuales puedes disfrutar de aquellas penas vividas y que las puede resarcir con un buen y triunfo de tu equipo, por todo ello se tiene que erradicar los enfrentamientos entre fanaticadas que solo llevan a dar mala imagen del club.