El estadio Monumental de Lima, vio como el cuadro Flamengo se coronó campeón de la Copa Libertadores de América, con dos goles de Gabriel Barbosa, el cuadro brasilero se impuso dos goles a uno al cuadro River Plate, el gol del cuadro argentino lo consiguió Rafael Santos Borré.
Eso es lo bonito del fútbol, una final que parecía ser del cuadro dirigido por Gallardo, en las postrimerías del partido se presentan las anotaciones que le dieron el título a los brasileros, esto muestra que no se puede bajar los brazos y dejar de luchar.
Esto pasa en los equipos que se creen superiores y que con el nombre van a ganar, buena lección para aquellos que miran por encima del hombre a sus adversarios, bien se dice que no hay enemigo pequeño y que el pez grande se come al chico, la moraleja es que no te debes confiar hasta tanto todo haya concluido de lo contrario tienes que llorar tus desventuras.