Después del triunfo de argentino frente a Brasil en el Maracaná, el técnico Lionel Scaloni aparentemente se comenzó a despedir de la selección, el estratega manifestó, Ahora toca, una cosa importante que quería decir, parar la pelota. Ponerme a pensar, tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Estos jugadores me han dado un montón, nos han dado un montón a todo el cuerpo técnico. Y necesito pensar, necesito pensar mucho qué voy a hacer. No es un adiós ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta y está complicado seguir, seguir ganando. Estos chicos necesitan un entrenador que tenga todas las energías posibles.
La gota que derramó la copa es que Claudio Tapia, presidente de la AFA, habría presionado al técnico y jugadores para que se tomen una foto con el candidato oficialista Sergio Massa para la toma de la foto, y la suban para conseguir votos que lo lleven a conseguir el poder, en vista de la negativa del plantel, desde ese momento quedó allí ese mal sabor y el ambiente se tornó pesado por no querer ayudar a la causa de su amigo político.
Como pueden ver como la peste de la política ha permeado el fútbol, se rumora que el presidente Tapias al saber que su camarada, su cuate, no logró lo planeado, este ya fijo su mirada al técnico y que comenzó a observarlo de otra forma, al parecer este aparente cambio en el comportamiento del presidente es la causa que Scaloni esté estudiando su salida, y diplomáticamente sale a decir que tiene que hacerse a un lado para que llegue otro a darle un nuevo aire.
Así son las cosas lo podrida que tienen la conciencia las personas y no solo este bellaco es el que hace estas cosas, hay muchos que se alían con los políticos y consiguen en estos sus padrinos y con el apoyo de estas larvas, de estos parásitos se mantienen anclados en los puestos.
O si no mire para este lado, el caso de los honorables dirigentes colombianos que se han anquilosado en sus cargos y no hay poder humano ni divino que los saque de allí, están aferrados a sus puestos de pies y manos y es imposible removerlos.
Y ahora se pierde la esperanza de una intervención del fútbol, porque el gobierno de vivir sabroso, del cambio, es allegado a estos roedores, sus raíces y las de sus familias están sembrados allá, ni modo hay que esperar que una persona con las suficientes pelotas los enfrente y los saque tallados a estos malandrines, porque en este gobierno no hay esperanzas.