Sebastián Villa fue imputado por los delitos de abuso sexual y tentativa de homicidio por la fiscal Vanesa González, Especializada en Violencia Familiar y de Género, Abusos Sexuales y Delitos Conexos a la Trata de Personas de Lomas de Zamora, donde fue radicado el caso, el abogado del jugador Martín Apolo, aceptó el cargo.
La mujer agredida manifestó, una vez finalizado el sometimiento sexual me largué a llorar de manera descontrolada y le suplicaba que me dejara irme, a lo que me manifestaba que no me podía retirar hasta tanto no me calme. Y me ofreció 5.000 dólares para evitar que lo denunciara.
Por su parte el jugador en redes sociales expresó, hoy es un día especial en todos los sentidos posibles. Lo mejor es estar con aquellos que nos quieren, nos apoyan y nunca nos fallan. Siempre la familia y los amigos, en las buenas y no tan buenas, aunque a veces sea complicado,el lobo siempre será malo si quien cuenta la historia es caperucita, ¿no?
Gracias Mami por estar conmigo hoy, gracias familia. Estoy rodeado de amor del bueno. Gracias a todos por cada mensaje de felicitación de cumpleaños, de apoyo Dios me los bendiga.
Una denuncia muy grave la que le imputaron al jugador, ahora le toca defenderse para no ser hallado culpable, las cosas que hacen los momentos de efervescencia y calor, muchas personas no miden las consecuencias de sus actos en el fragor de la diversión y el placer.
No se puede hacer leña del árbol caído, hay que esperar que tipo de pruebas o que argumentos tiene el jugador, lo que no está bien visto es la actitud del club que no ha querido tomar partido y solo lo hace con comentarios saliéndose por la tangente evitando comprometerse con el caso.
Surge la pregunta si el jugador no perteneciera a este club la justicia ya hubiera intervenido al implicado, será que por ser de Boca goza de privilegios para no ser detenido o separado, lo importante es que la justicia ya entró a hacer los suyo y por el bien de las partes que la verdad salga a la luz, si este hizo lo que se está imputando que sean los jueces quienes den su condena.