En la Conferencia Mundial de Seguridad en Múnich, Alemania, Gustavo Petro, hizo un llamado al mundo a parar la crítica situación global, que está llevando a todas las especies a su extinción.
Petro manifestó, El paradigma es que el mercado iba a llevarnos al máximo de bienestar, la realidad de hoy es que estamos a punto de la extinción, es decir, todo lo contrario. Esa sensación de extinción, de que se acabó la idea del progreso, nos puede llevar a la barbarie. Estamos viendo un genocidio indirecto y no podemos hacer nada, o somos cómplices con él.
El covid-19, con todo su impacto, con toda la gente que dejó muerta y con el sufrimiento que prácticamente todos pasamos cuando llegó. Con el trastorno completo de la sociedad, el aumento de la pobreza, el covid-19 parece tener un origen en la crisis climática.
Es como si fuera el primer campanazo de lo que nos espera. De aquí se podrían colegir muchísimas deducciones sociológicas, políticas, económicas incluso, o filosóficas. ¿Qué le pasa a una sociedad moderna cuando el eje central que la concibió fue el progreso?
En mi opinión, en Colombia han existido genocidios. Una violación catastrófica de derechos humanos en nuestra propia sociedad, cometida por gente de nuestra propia sociedad. ¿Pero qué es lo que ha funcionado? Hacer justicia social.
Disminuir las causas de la desigualdad económica. Tratar de que en un país tan bello como Colombia, tan diverso como Colombia, su propia sociedad, su propia diversidad humana, pueda existir con dignidad.
Esa lucha entre una visión y la otra, entre sí, es la bomba despedazando niños y la cárcel, o es la construcción de un pacto de justicia social en el país, y, por tanto, de una democracia, nos ha recorrido en tensiones políticas desde que hicimos la Constitución del 91. Los resultados beneficiosos desde el punto de vista estadístico, sin que hayamos podido salir aún de niveles de violencia, tienen que ver con un objetivo: construcción de justicia social.
Luego, si usted quiere saber qué pienso yo de cómo reconciliarnos y cómo proyectar esa idea, incluso a escala planetaria, tendría que decir que hay que construir justicia social. Una frase repetida no es una idea nueva, pero Colombia ha podido pacificarse paulatinamente a través de los últimos 30 años.
Laura Sarabia, directora del DPS, expresó, Hoy el presidente Petro plantea que la discusión sobre seguridad no gire exclusivamente en torno a las armas, sino a la crisis climática y a la superación de la pobreza.
Ver la seguridad, solo como el poder andar por las calles en tranquilidad, es una concepción primitiva. Seguridad humana es un mundo donde se le garantice al individuo vivir sin miedo y sin necesidades, es desarrollar todo su potencial humano.
El mandatario anda de gira por los países del mundo mostrando la cara amable del país, que bueno que alguien se preocupe de forma directa y de manera vehemente por la situación climática del planeta, y eso es lo que espera que hagan los demás mandatarios que se comprometan y que comiencen a crear políticas ambientales reales que se hagan realidad y que no solo se queden en simples acuerdos que se archivan y nadie le para bolas.
Por otro lado, Petro viaja con su ñaña que ahora le dio por salir a interpretar los mensajes para que el pueblo entienda lo que quiere decir su patrón, ya que el país está lleno de idiotas y tarados que no comprenden la retórica de su jefe, habla a boca llena de seguridad y no se dan cuenta la ola de delitos que se cometen a diario, la inseguridad anda rampante y galopante por todos los rincones del país, estos personajes están viviendo en un mundo de fantasías donde su imaginación sobrepasa toda realidad.