El coronavirus sigue causando muertes y más contagios en el mundo, las cifras son alarmantes, este bicho tiene confinado al mundo y con los pelos de punta, los viejos, los ancianos, los abuelos como los quieras llamar muchos están muriendo solos en hospitales, en sus propios hogares sin poder despedirse de sus seres queridos, estos que nacieron y crecieron con la guerra en medio de bombas, balas, tanques, seres que nunca descansaron del acoso del enemigo se van ahora, dejan una estela de luto, con la consigna de haber luchado por dejar un país mejor para que vivan las futuras generaciones.
Los niños del ayer se van sin dar quejas y resignados a que el más allá les depare un mejor vivir, un descanso que en este mundo no lo pudieron alcanzar, personas que dieron su vida por crear un mundo diferente, un mundo donde prime la solidaridad el respeto, la honradez y y sobre todo el calor humano, dando amor a todos para arroparlos de abrigo y cariño.
Una generación que ya no puede defenderse se ve abocada a dar paso a las nuevas generaciones para que suplanten sus lugares y que puedan realizar una labor de enseñar a sus hijos a respetar al otro y a quererse entre todos, olvidando las discrepancias y las diferencias para que se logre un mundo lleno de oportunidades para todos, no es más, solo queda decirles buen viaje.