En la Asamblea General de las Naciones Unidas, Gustavo Petro pronunció un discurso sobre lo que está pasando en el mundo, el mandatario manifestó, Lo que ha pasado desde el último discurso que di en Naciones Unidas, es que no hemos visto, sino profundizar lo que los ricos reunidos en Davos, Suiza, llamaron la poli crisis, la guerra sigue, el hambre continúa, la recesión aumenta, y la crisis climática ha mostrado sus dientes como nunca llevándose decenas de miles de vidas y calentando las tierras y los mares como nunca. Todas estas crisis son en realidad una, la crisis de la vida.
Ha sido un año que la humanidad ha perdido y ha avanzado sin titubeos los tiempos de la extinción, pareciera que la dirigencia mundial se hubiera enemistado con la vida.
En mi patria, el país de la belleza, Colombia, el país de la explosión de la vida, en 2070 solo quedarán desiertos. Los pueblos irán al norte, ya no atraídos por las lentejuelas de la riqueza, sino por algo más simple y vital, el agua. Miles de millones que desafiarán ejércitos y cambiarán la Tierra.
El éxodo ha crecido en este año mostrando cómo avanza la crisis de la vida. Mientras el reloj ha avanzado en los minutos que definen la vida o la muerte en nuestro planeta, en lugar de sentarnos a detener el tiempo y dialogar sobre cómo defender la vida para después, gracias a profundizar en saberes, expandirla en el universo, decidimos perder el tiempo matándonos entre nosotros.
El desastre climático nos llena de virus que pululan arrasándonos, pero ustedes hacen negocios con las medicinas y convierten las vacunas en mercancías. El Frankenstein de la humanidad está en dejar actuar el mercado y la codicia sin planificar, rindiendo el cerebro y la razón, arrodillando la racionalidad humana a la codicia.
La injusticia por volver un mercado, la vacuna contra la enfermedad que mataba, al concentrarla en los países ricos. América Latina puso el 26 % de los muertos por Covid, cuando solo es el 8 % de la población mundial. Quién dijo que la salud tenía que ser un negocio y no un derecho. Murieron centenares de miles de viejos y de gentes porque la vacuna fue una mercancía y no un bien de la humanidad.
La Justicia social no será alcanzada por la humanidad para el 2030, porque lo que se ha sembrado es la injusticia en el planeta. En estos años lo que ha ocurrido es la injusticia.
Quiero que mis nietos que hoy son bebés: Luna, Victoria y Luka, puedan vivir, alejados del apocalipsis y de los tiempos de la extinción, quiero que vivan en los tiempos en donde el ser humano supo dejar de matarse en el planeta y logró, entendiéndose en su propia diversidad de las culturas, cumplir su misión: expandir el virus de la Vida por las estrellas del universo.
Los mandatarios del mundo se reúnen en el recinto de la ONU donde hablan y nada se concreta, algunos se esfuerzan por dar discursos que creen conciencia de lo que está pasando, sin embargo, como es bien sabido, estas reuniones para nada sirven.
Estas bellezas se reúnen para pantallar y que el mundo diga que están preocupados por sus pueblos, por sus gentes, pero en realidad a lo que van es a sus bacanales, a chupar y a realizar toda clase de porquerías, a hacer realidad todas sus aberraciones.
Estas pinches reuniones a nada conducen, estos malandrines son los mismos que oprimen el botón para acabar y arreciar con los pueblos.