La resistencia sigue creciendo a lo largo del país, unas ciudades hacen frente a los desalmados de verde, la realidad, es que en Colombia estos jóvenes están luchando por un cambio, no se les puede dar la espalda, tienen que luchar con ellos, este país es de todos y todos tienen la obligación de acabar con las ratas que por siglos han robado al pueblo.
Las redes siguen difundiendo videos de los desmanes de los uniformados, que a punta de balas y bombas arrinconan a los muchachos que resisten a la brutalidad policial, ahora están disparando a las casas y arbitrariamente están entrando en ellas a sacar a los jóvenes sin ninguna orden ni justificación para llevárselos sin rumbo desconocido.
Las agresiones policiales ahora están acompañadas por la gente de bien, se hacen llamar gente de bien, que lo único que tiene es plata, pero viven haciéndole el mal al pueblo, estos despreciables se creen superiores a los demás y salen con todas las ínfulas de valientes a maltratar, a golpear, a atropellar a las personas que se ponen en su camino.
Estos personajes se sienten muy valerosos cuando están en manada, con armas, estos miserables son verraquitos cuando están rodeados de personas de la misma calaña, y ahora respaldados por los policías que ven como estas viles personas cometen todo tipo de atrocidades y los secundan en estos actos, siempre hay lo contrario, lo opuesto de todo, lo malo de lo bueno, lo alto de lo bajo, y así en todo, hay gente de bien y gente de no bien.
La administración Duque tiene que tomar conciencia que la ley es para todos, si no les pone freno a los yupis, a los dediparado que tienen que dejar estar saliendo amedrentar y matar personas, tienen que dejar de estar jugando con la vida de las personas como si no importaran y valieran nada, la vida es sagrada y si este no la respeta es mejor que se vaya del país ya que un personaje que no valora a los demás está destinado al destierro para que viva con los de su clase, la gente de bien.