El asedio y humillación a que fueron sometidos los magistrados y funcionarios de la Corte Suprema de Justicia sigue dando de qué hablar, Gustavo Petro en la Cumbre de Gobernadores desde Cartagena minimizo la toma y manifestó, No hubo ningún magistrado herido, no hubo ningún magistrado sacado en helicóptero y no hubo un secuestro; siempre pudieron salir y entrar como quisieran. Es más, no salieron porque ellos le dijeron al general de la Policía que no querían salir, sino que iban a trabajar más hasta la hora en que salieron.
El general de la Policía llegó caminando y entró al Palacio de Justicia y habló con los magistrados, que le dijeron, además, ‘no, no hay necesidad’. Porque yo di la orden de desplegar la zona, ellos dijeron que no, no había necesidad. Los magistrados salieron en sus carros. ¿De dónde salió esta fantasía noticiosa, esta construcción de una realidad que no era la realidad? ¿Cómo la prensa se pone al servicio de esto? Aquí pudo haber muertos de verdad, como sucedió con lo de los conjuntos de edificios.
Pero no solamente eso, sino la búsqueda de un objetivo político que no es tratar de equiparar al presidente de la República, porque fue del M-19, con unos hechos de 1985 que, entre otras, empiezan a parecer una realidad terrible, pero no voy a hablar de eso, que no se trata de esta reunión; ese fue el primer objetivo.
Entonces un Petro Trump mandó las hordas a tomarse las instituciones porque no le hacen caso, como si yo fuese Trump… Yo soy lo contrario de Trump. En cambio, sí, los que hacen esto son amigos de Trump, lo tengo que decir; pero hay un objetivo detrás del objetivo, es que no se escoja, como ordena la Constitución, [un] fiscal.
¿Por qué? Porque piensan que una fiscal decente acaba la impunidad y ellos son los protagonistas que se benefician con la impunidad y construyeron esta historia falsa para tapar el hecho que decenas de miles de colombianos y colombianas salieron a las calles a pedir que haya una justicia transparente, que las instituciones sean transparentes, que las instituciones no se pongan al servicio del crimen; entonces estamos ante una paradoja.
El que simplemente se presenta una terna de mujeres decentes, para que la Corte pueda decidir libremente cuál de ellas es la nueva fiscal general de la nación… Yo cierro este paréntesis, pero esto tiene que ver con la conducta democrática, con las poblaciones que gobernamos. Independientemente del color ideológico del gobernante, toda población debe gozar de sus derechos y sus libertades. Este gobierno quiere proteger eso, uno de sus derechos es a la verdad, no puede suceder que este tipo de operaciones que hacen de la sociedad colombiana un conejillo de indias y manipulan desde algún lugar muy cómodo, no sé si en Miami o desde Bogotá, en las redes sociales, pueda producirnos un enfrentamiento tal que -como en la historia de Colombia sabemos- se puede saber cómo empieza, pero no se sabe cómo termina.
Ante las declaraciones del mandatario, la Corte le salió al paso y manifestaron, Ante versiones públicas dirigidas a minimizar la gravedad de los hechos registrados el jueves en los contornos del Palacio de Justicia, la Corte Suprema de Justicia ratifica la magnitud de lo ocurrido, descrita en el comunicado emitido con ocasión del bloqueo a su sede judicial.
La Corte Suprema de Justicia rechaza enfáticamente el asedio de las últimas horas al Palacio de Justicia de la Capital de la República. Situación que, además de afectar gravemente el derecho a la libertad de locomoción, pone en grave riesgo la vida e integridad física de magistrados, empleados, periodistas y demás ocupantes de la principal sede judicial del país.
La democracia queda en vilo cuando cualquier sector o actor de un país pretende presionar política, física o moralmente decisiones de la justicia. En un Estado de derecho como el colombiano, la función judicial, solo está sometida al imperio de la ley. Todo conflicto o diferencia deben ser tramitados por medio de los pronunciamientos institucionales consagrados en el orden jurídico.
Es inaceptable que se llegue a sitiar a jueces cuya independencia, autonomía e imparcialidad debe ser impulsada y promovida tanto por la sociedad como por los poderes públicos del Estado.
No se trata de echarle más leña al fuego, pero no se puede negar que lo ocurrió en la Corte, llegó a ser parecido a lo que el mismo mandatario dice a la toma del Palacio de Justicia en 1985, por su grupo subversivo, menos mal que los manifestantes no se les dio por entrar y acabar con todos lo que se encontraban dentro del recinto, no son simples escaramuzas como se quiere hacer creer, lo que pasó es muy grave en un Estado Social de Derecho
Tampoco es inaceptable que bajo presiones se trate de agilizar una elección, o poner entre la espada y pared a los electores, ellos están en su derecho de deliberar para elegir lo que más le convenga al país, no se trata que por darle gusto a estos personajes vayan a las carreras a escoger alguien que no tiene la capacidad para asumir el cargo.
Aunque no quiere el mandatario le toca aceptar los tiempos de la Corte y no estar buscando nuevas convocatorias para volver a sitiar la Corte, so pretexto de que la protesta es legal, ese tipo de actos deberían ser castigados penalmente y poner en cintura a todos los que no aceptan lo que dictamina la constitución y la ley.