Hosni Mubarak, expresidente de Egipto, falleció en un hospital de El Cairo a los 91 años de edad, derrocado tras las protestas conocidas como la Primavera árabe en 2011, por complicidad en los asesinatos de los manifestantes fue declarado culpable, la condena fue revocada y liberado en marzo de 2017.
La única manera que tienen los pueblos de sacar a los malos gobernantes es alzándose contra ellos para derrocarlos, darles un golpe de Estado ya que de buenas a primeras por voluntad propia no van a dejar el poder, las mieles que da este no es fácil cuesta mucho, por ello se atornillan a los cargos y no hay poder divino ni humano que los haga abandonarlo, por el contrario hacen todo lo posible para quedarse por secula seculorum en ellos.
El pueblo tiene que levantarse y no permitir este tipo de atropellos, aunque suene duro no se les puede dejar que tomen ventaja ya que echan raíces y cuando se trata de sacarlos ya tienen permeado todo y las cosas se tornan difíciles para el pueblo que tiene que salir a luchar por su derechos y libertades, a manera de reflexión las personas tienen que ser conscientes de que no se les puede dejar que estos corruptos hagan lo que les de la gana, hay que actuar para poder frenarlos.