Los choques entre personas que están en cargos públicos no dejan de suceder, ahora está el del General Eduardo Enrique Zapateiro, y el candidato presidencial Gustavo Petro, quien en uno de sus trinos manifestó, mientras los soldados son asesinados por el clan del golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan. La cúpula se corrompe cuando son los politiqueros del narcotráfico los que terminan ascendiendo a los generales.
A esto Zapateiro respondió, a nadie le duele más la muerte de un soldado que a quienes portan el camuflado y a su familia, y le pidió no usarlos en narrativas de campaña. Curioso que ahora la muerte de los héroes de la patria sí genere aflicción y sea usado para otros señalamientos.
Más bien cumpla con su deber ciudadano de denuncia fundamentada ante la Fiscalía de los hechos que usted menciona.
Y cierra haciéndole, a ningún general he visto en televisión recibiendo dinero mal habido. Los colombianos lo han visto a usted recibir dinero en bolsa de basura.
Ante la respuesta del general no se hicieron esperar las voces de protestas, pidiendo la renuncia el uniformado, a lo cual políticos de derecha y el presidente le dieron un espaldarazo al general del Ejército Nacional.
Esta novela apenas comienza, y era de esperarse que salgan a contradecir las expresiones del candidato, no es raro que estos funcionarios públicos participen en política y se pasen la constitución por la faja, en los artículos 127 y 129 de la carta magaña donde está contemplado y como lo van a hacerlo si este nefasto presidente lo hace a diario y nadie lo puede frenar y tapar esa bocota, y ni para que pedir intervención de los órganos de control si todos los tiene en su bolsillo y nada se puede hacer.
Lo cierto de todo esto es el video que muestra la reunión de Petro con Juan Carlos Montes, recibiendo dinero, aunque la Corte se haya inhibido y engavetado el caso, porque el hecho ocurrió entre 2005 y 2006, hace aproximadamente 15 años, se caduca la investigación, ya que el artículo 52 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo establece que debe haber un término de tres años contados a partir de la ocurrencia del hecho o del último hecho presuntamente constitutivo de la falta sancionable, para adelantar una investigación correspondiente y proferir una decisión.
Por todo esto, el hecho no deja de ser la mancha en la sábana blanca, ahora que no salgan a justificar que los demás roban y hacen peores cosas, lo real y verdadero, es que la persona que es pulcra, limpia, honesta y honorable lleva eso intrínsecamente en sus entrañas y nadie lo puede cambiar, así este en medio de la peor podredumbre, por ello se dice, que el que es, es y no deja de ser.