Claudia López, alcaldesa de Bogotá, y Fernando Ruiz, Ministro de Salud, protagonizaron otro encuentro por las vacunas, la mandataria manifestó, termina otro día sin que distribuyan las vacunas Sinovac que llegaron desde el sábado. Estamos en una carrera contra un tercer pico de COVID19, con la muerte, dolor y desempleo que puede causar. En Bogotá ya demostramos que estamos listos… a la espera de vacunas para continuar.
Ante estas declaraciones el ministro ripostó, dos días de programación de logística de distribución son poco frente a los efectos en muerte, dolor y desempleo por días sin medidas que tuvo la ciudad en diciembre. Como anunciamos el viernes en el PMU hoy sale la resolución de asignación.
A lo cual López manifestó, apreciado Ministro, el pico en Diciembre/Enero lo tuvo el mundo. Bogotá salió adelante en 5 semanas. Agredirme con soberbia por preguntar sobre la entrega de las vacunas no salva a nadie. Vacunar masivamente si salvará millones. Esperamos que cumplan las entregas que anunciaron.
Comienzan los encontrones por las vacunas, la mandataria reclama justamente a un ministro que no hace sino hablar como verdulera, como esposa histórica que en cada pelea saca a relucir lo que le han hecho en el pasado.
Alguien tiene que pararle el macho a esta recua de gobernantes que cada día, hacen lo que les da la gana, como ven que los mesías salvadores están como el avestruz muertos de miedo, hacen y deshacen con el país, sin quien les ponga freno y bozal.
Esta mujer tiene las bolas bien puestas, las que les faltan a los tibios y los que se dicen defensores del pueblo, pinches cobardes.
El país está mamado de todas las arbitrariedades que suceden cada segundo, un país con ley y justicia para los pobres y vulnerables y sin estas para el circulo de los cercanos al gobierno, cosas como estas dan tristeza informarlas, ver que sé está en un país maravilloso y que los malos gobiernos lo tienen en el más completo caos, aquí pasa de todo, pero nadie responde por nada, la ley es para los de ruana, porque a los corruptos no los condenan por nada.