El 2 de octubre de 2018, el periodista Jamal Khashoggi, fue citado al consulado saudí en Estambul para realizar unas gestiones, allí fue drogado y asesinado y desmembrado con herramientas forenses y sus restos nunca se hallaron por órdenes dadas por el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán.
La administración Trump se hizo el de la vista gorda y paso por alto el asesinato más por conservar los lazos económicos y pateando los derechos humanos, ahora el presidente Biden, en comunicación con el rey Salmán, le ha manifestado le afirmado la importancia que da Estados Unidos a los derechos humanos universales y al imperio de la ley. El presidente le ha dicho al rey Salmán que trabajará para que la relación bilateral sea lo más fuerte y transparente posible.
Las cosas al parecer no piensan cambiar en nada ya que estos burócratas solo les interesan las relaciones económicas, aunque Biden en campaña acusó a los saudíes como parias, ahora vamos a ver si se tiene que tragar sus palabras o hace respetar los derechos humanos, se sabe que cuando hay dinero de por medio las conciencias se inclinan y la balanza se acerca a los ricos y poderosos, para darles vía libre para que hagan lo que les dé la gana.
Las relaciones entre estos dos países esta para alquilar balcones, hay que esperar con que sale el presidente estadounidense, lo más seguro es que no pase nada y que le asesino del periodista siga su curso normal rumbo al trono y las relaciones entre estos no se deterioren por el contrario se van afianzar ya que el dinero es el rey que mueve los corazones de las personas codiciosas.
Es bueno saber que ante los ojos del mundo el asesino de Jamal es este ser vil y despreciable que lo único que tiene es dinero ya que su alma esta hueca y vacía.