Este 7 de febrero se cumplió un año del fallecimiento del oftalmólogo chino Li Wenliang, quien fue el primer médico en alertar sobre el nuevo virus, que informó sobre el nuevo brote y el grado de propagación y contagio entre personas, y que los asociaba con el SARS, un nuevo coronavirus mortal, a lo cual el gobierno chino le dijo que dejara de hacer comentarios falsos, fue investigado y acusado de propagar rumores.
Li Shuying, padre de Wenliang, manifestó, no creo que haya estado difundiendo rumores. ¿No se ha convertido esto en realidad ahora? mi hijo era maravilloso.
Aunque en el momento de su muerte pocos reaccionaron, por el inicio de la pandemia, ahora se lo tiene como una persona que alertó al mundo de lo grave del virus y su fácil propagación.
A todas estas el gobierno chino se confabuló con Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la Organización Mundial de la Salud, OMS, para ocultar información de la morbilidad, mortalidad y letalidad del virus y fue así como este se propagado por todo el planeta poniendo en calzas prietas a todos los gobiernos del mundo y obligando al confinamiento total, que no se sabe cuándo terminará.
A pesar de los esfuerzos incansables de los científicos por alcanzar la vacuna esta apenas está siendo aplicada e inmunizando a las personas, se va tardar un buen tiempo para que al menos parte de la población mundial sea vacunada, otros más osados quieren llegar a la inmunidad de rebaño para evitar invertir recursos en la salud de sus gentes.
Lo cierto es que el virus está aquí y no ha sido fácil derrotarlo ya que cada día crea un nuevo linaje, nueva variación y mutación que hace que sea difícil su eliminación, lo único que le queda a la humanidad es hacer votos para que el Creador ilumine a los científicos para que den con una vacuna que acabe por completo con el virus.
A ciencia ciencia cierta esto va a tardar mucho ya que a pesar de tener la vacuna millones de personas nunca les llegará para ser inmunizados, les toca hacerle frente y combatirlo con remedios caseros.