El régimen del dictador Daniel Ortega y de su esposa Rosario Murillo, no da tregua, los grupos sandinistas paramilitares al servicio del gobierno atacaron la casa de la líder Amaya Coppens, ha pesar del llamado que hace Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, para que las fuerzas asesinas del gobierno dejen el asedio, la intimidación y protejan a los líderes sociales, el tirano esta dispuesto y ha decretado la operación exterminio.
Esto es de nunca acabar, este bellaco esta violando y oprimiendo al pueblo nicaraguense y nadie dice ni hace nada, los peleles de la OEA, muertos de miedo y arrodillados ante estos sanguinarios, la comunidad internacional, la ONU, unos verdaderos convidados de piedra, unos caraduras sin sentimientos realizando reuniones con comunicados insulsos.
El mundo tiene que ayudar a estos pueblos que se encuentran cercados por seres que se denominan los salvadores, los famosos mesías de izquierda que resultaron ser la peor porquería que ha dado el mundo, el pueblo tiene que armarse y acabar con estos a sangre y fuego, les toca a ustedes mismos salir de esta situación ya que los grandes los que se jactan de poderosos tienen sus intereses en que siga el yugo.
En estos países donde se presentan esta clase de atropellos debe reunirse el pueblo y salir a acabar con todos estos que no dan visos de cambio, es la única forma de limpiar el país.